JUAN MANNARINO

Juan Mannarino 
Despedida

…beato y difunto
Publicado en el diario El Litoral, el día 22 de junio de 2011.

Una máscara oscura cubría su rostro y su cuerpo yacía envuelto en telas inmaculadamente blancas, convertido por primera vez en un hombre quieto, inmóvil. Ese “yo” nuevo, ahora extraviado en un camino desconocido y sin recursos para erguirse con esa inmensa capacidad que tenía para purificar y restaurar su equilibrio en forma natural.

Ni una sola mueca de las tantas a las que nos tenía acostumbrados pudo verse en su cara, ni siquiera como una apelación o último recurso para ese futuro ineludible y sombrío que se le abalanzó encima sin demasiado aviso.

No hay manera de despedir a Juan, por lo menos yo no puedo hacerlo, solo siento que ha muerto para la realidad dominada por los sentidos, los que estuvimos cerca de él sabemos del privilegio de ingresar aunque sea por momentos, en ese otro nivel de conciencia que siempre proponía y que marcaba la diferencia de su andar por este mundo.

En algún lugar, muy dentro de nosotros, cada uno sabe que las reglas por las cuales la vida se mantiene, son provisorias y que una brisa puede decidir que se destruyan, esto parecía que no se aplicaba a Juan, su arraigo a la existencia tenía la fuerza de una sólida y consolidada burbuja propia que parecía indestructible.

Centrado solo en la reflexión profunda, en el juego iluminado de frases para el recuerdo, imaginando, creando, produciendo, clamando por la perfección de ese sentimiento estético que punzaba intensamente por salir. Quedaba fascinado por un acorde, por un ángulo en el espacio escénico, por un campo de visión posible o por el movimiento de una línea sinuosa en un grafismo. Se contemplaba a sí mismo como parte de cada una de sus creaciones.

Sus dichos casuales o deliberados, tirados a la mesa de la reflexión sobre algún tema de su interés, lo ponían al acecho, atento en una breve pausa silenciosa, dándote tiempo para la respuesta. Allí había que estar a la altura, había que sostener lo que él demandaba y hacer la devolución; seguramente más de una vez uno caía en el vacío y no decía lo esperado, pero si uno arremetía con lo justo, soltaba una carcajada interminable de satisfacción que se hacía sentir desde lejos.

Agradecido hasta la emoción, no dudaba en transmitir sus sentimientos y en dejarse llevar por un estampido de ideas para dejártelo claro. De una lucidez que dejaba atónito al que escuchaba, a veces una ironía corrosiva traía a la luz viejos rencores, resentimientos extremos que se disolvían en cuanto los había mencionado.

Juan nunca parecía necesitar nada, las cosas que hoy tenía, mañana ya estaban en manos de otros, pasaban nada más que un rato con él y sólo podíamos observarlo y aceptarlo como era, sin condiciones ni consejos de preservación, él buscaba otras cosas que no eran las mundanas y siempre las conseguía y a esas las atesoraba; por eso ese día, cuando vi la máscara oscura que invadía su rostro pensé en que sólo la tendría por un momento, enseguida me di cuenta que la fuerte presión que ejerció la sangre al detonar su corazón, fue lo que tiñó de morado su cara o tal vez me equivoqué… y ese fue su último maquillaje para salir a escena.

Primer Beato Pop-Beato Alpe do Mar, Patrono del Tiempo Libre - 2008

El Antifaz (a mi peluquero le encanta el tango electrónico)

El torero sin toro - 2009

Tito Andreani, supernumerario de la comedia cordobesa - 2008

La mamá de Santo Domingo - 2009


Domingo Mannarino en Pascuas - 2009

Ancestro calabrés - 2008

Nuestra Señora de Cortopassi

Carlos, mi amigo del Vera Candioti - 2009

                                 El Garabato es un tarareo




En Casa con Juan













MARTHA PARDO - PETE CÁNAVES

MARTHA PARDO - PETE CÁNAVES
03 de Junio 2011
Jugarse la vida

MARTHA PARDO

Bichos patudos, florones peludos, ojos desorbitados, rostros sorprendidos, hiedras trepadoras, cuerpos de gusanos devenidos en cuadrúpedos, infinidad de sistemas y centros vitales se presentan en las obras de Marta Pardo.
Colorista hasta límites insospechados, valida una y otra vez todas las variantes de cada uno de los colores, en matices que escapan a lo conocido y dan una amplitud a cada uno de ellos, pronunciándose desde la complejidad de su abanico cromático.
Su flora y su fauna son propias, sin espejos donde apoyarse, sus seres sugieren un universo excéntrico y una imaginación inagotable. Toma algunos datos que la naturaleza le aporta y da existencia a un conjunto de personajes que parecieran extraídos de fábulas. Marta Pardo plantea un nuevo universo, su tarea consiste en mostrar un mundo diferente, creado en paralelo a las exigencias y necesidades mundanas, priorizando la imagen infantil y el feliz período que ello supone. Allí se detiene, se acomoda a sus anchas, deja fluir sus imágenes que acarrean con naturalidad una ternura indescriptible.
Sus composiciones  están basadas en un esquema de leyes complejas que permiten conjugar  temas y motivos en una unidad pictórica-dibujística sin contradicciones.
Hay en estas obras  una luminosidad expresa, la incidencia de los focos  de luz crea contornos marcados y produce una disposición de las formas que se vislumbran como totalidad compositiva.
Añade detalles insólitos a cada personaje en escena, dando cabida así a fuertes revelaciones que emanan una agradable conformidad desde donde se las mire.
Frescas, coloridas, alegres, voluptuosas, exageradas por momentos, las imágenes de Marta Pardo se suceden unas a otras en una correlación que se percibe de inmediato. Todas fluyen como en un relato visual que las contiene y abarca, formando un conjunto extendido y continuo que se vislumbra novedoso y revelador.

  
PETE CÁNAVES
Juguetes, objetos móviles, esculturas lúdicas,  son las maneras de mencionar las obras que Pete Cánaves presenta en el MAC. Desde hace décadas este creador de nuestra comunidad viene gestando y construyendo sus “ideas” con autonomía de conceptos y con estilo propio.

Sus obras son instrumentos visuales concretos, con una constante expresiva que se traslada en el tiempo y que se perciben como figuras que poseen una función simple y directa, con el solo hecho de manipular correctamente su movilidad o de intervenir con determinación sobre lo que produce su dinámica.
El artista pone en evidencia una  práctica lúdica inseparable de la estructura formal de cada objeto, acude al movimiento para crear una provocación manifiesta en el espectador, así se comunica con el otro, desde el humor y la picardía que cada figura en acción produce. La interacción es parte de su discurso visual, que también refresca con el humor, no falta tampoco la ironía, el sarcasmo y la sorpresa, cuando aparece ese punto clave en descubierto que posee cada figura. Es probable que el artista los realice para su goce personal, para experimentar en directo lo que puede lograr de la materia y para entrar aunque sea por momentos en estado de gracia.
Resueltos de manera impecable, pulidos, lustrados y acabados para tentar al que se para enfrente y obligarlo a tocar, a estar presente y asumir el juego que creó y al que alude.
La relación dialéctica que se produce entre materia y forma no se presenta exigida ni impuesta, maderas nobles como la pinotea, el algarrobo o el kiri, son los materiales que utiliza Cánaves con agregados múltiples de otros elementos como plumas, hilos piedras y todo lo que se le cruce para lograr sus expresivos personajes. Uno de ellos tiene una actitud complaciente y de sumisión hasta que se agacha y muestra su verdadera personalidad, esconde su mano en un gesto obsceno para dar cuenta de quien es en verdad. Tal es la obra “Su seguro servidor”. Otro personaje entrañable es el de la obra “Otra mejilla” un mofletudo hombrecito que deja libre y expuesta su cabeza para el cachetazo, hay que pegarle fuerte y así dobla su cabeza dejando la otra mejilla para asestarle otro golpe  preciso.
En todos los casos aparece eso sí, la significación inmanente de la forma estética, de la representación inspirada, del artefacto artístico-lúdico-poético que reafirma una y otra vez la pura expresión y la intuición de su creador.


Curación | 2011 MARTHA PARDO





Curación | 2011 | PETE CÁNAVES





 

Día de la Inauguración - Vernissage