Lic. Stella Arber: LUIS FELIPE NOÉ | FIGURACIONES Y FULGURACIONES

INAUGURACION CASA MAC

Abril 2004

Hemos inaugurado la casa central del MAC, en esta avenida clave de la ciudad de Santa Fe, que en un circuito histórico para la Universidad Nacional del Litoral, se presenta como un lugar de privilegio para este museo.
En su contundente presencia, hoy vemos el trabajo que la universidad ha llevado acabo, para que esto sea una realidad, acoplando al mismo, nuevos compromisos y exigencias que la nueva apropiación geográfica exige.
Aspiramos desde este espacio, a expresar toda la fuerza generadora, que desde aquí vamos a promover, haciendo de él, un lugar que albergue la complejidad de la construcción socio-cultural, con una mirada amplia, funcionando como impulsor dinámico capaz de captar la dimensión artística actual.
El Museo de Arte Contemporáneo cobra otra dimensión y debemos estar a la altura del acontecimiento, no es casual que la exposición de obras que hoy presentamos, sea de Luis Felipe Noé, convocamos a un representante del arte contemporáneo de nuestro país y que fuera protagonista de aquellos años particulares de la historia del arte argentino, que fueran los 60, donde se produjeron cambios en la percepción estética, alterando los sistemas de comunicaciones planteados tradicionalmente, entre los artistas y el público, cambiando los códigos, los creadores proponían nuevas reglas de combinación de los fenómenos visuales, intentando transmitir sus experiencias desde significados y percepciones múltiples.
Hoy sabemos que las imágenes artísticas son “lugares” en los que coexisten diversos relatos,”recortes” perceptuales y conceptuales al mismo tiempo, en los que se entrecruzan expectativas individuales y sociales y ofrecen una vía de acceso a momentos puntuales de un pasado, cuyas marcas y huellas son evocadas y reconfiguradas, desde las expectativas presentes, huellas que se constituyen a la vez, en “estructuras míticas” de un período, que en sus construcciones, irradia nuevas estructuras, haciendo a nuestra experiencia actual.
En ese contexto aparece Luis Felipe Noé, imprimiendo su sello personal y definiendo conceptos en el mundo del arte, desde la” otra figuración” o “nueva figuración”. Su visión ha permanecido activa hasta nuestros días, proponiendo una reconsideración radical de los formatos, dentro de los que operaban las artes visuales.
Noé es un compositor experimental, que enfoca y desenfoca las imágenes a través del cuadro dentro del cuadro, generando imágenes fragmentadas y separadas unas de las otras, pero a la vez vinculadas por puntos comunes que nos muestra un sistema diferente de producción del todo.
Hay excedentes en la obra de Noé, nos deja más de lo que podemos ver y abarcar, nos propone múltiples desarrollos y finales abiertos, sin límites donde apoyarnos.
Podemos entrar en el mundo visual de Noé sin dificultades, pero no sin ellas salimos de él, en el trayecto, nos encontramos con que cada obra esconde potenciales otras obras, a las que debemos descubrir y con las que nos involucramos cada vez que nos acercamos a ella. Inspeccionamos varias veces antes de decidir si la hemos recuperado en su totalidad, hay que explorar sus partes y sus todos, sumergirnos en su obra, para lograr algunas estimaciones que siempre estarán pobladas de intrigas y misterios ocultos propios de su creación. La unidad no es instantánea, con una sola mirada no vemos a Noé.
Estridentes colores, zonas de rica elaboración, figuras reconocibles, grafismos subyacentes, ensambles, empastes y raspados, técnicas mixturadas, son todos recursos informales, que utiliza Noé y que en la fuerza de su desplazamiento, crea nuevas espacialidades y quiebres insólitos, para descomponer el orden natural de las cosas y proponer otro orden, el propio.

Curación