JARDINES
Julio 2011
Cajas contenedoras, receptáculos de ecosistemas, singulares objetos que anidan una cantidad de elementos, reunidos en pos de complejas composiciones de inusitadas formas, componen las obras de Jesica Bertolino que se presentan en el MAC.
Cada caja funciona como un recurso conceptual que se concreta, que se plantea visualmente y se sostiene en sus fundamentos.
La conformación del ecosistema, subsume a todos y a cada uno de los componentes determinando así una idea preconcebida, que se traduce en su complejidad visual y en su determinación como objeto en cuestión.
Ningún material le es adverso, utiliza tanto el plástico, el cartón o el metal con la misma consistencia de tratamiento, Jesica Bertolino dosifica claramente ideas, formas y materiales, los reúne en una arbitrariedad particular, parcializando cada aspecto sin olvidar la totalidad.
En ella se observa una construcción de sentido por simple yuxtaposición y acomodamiento de formas, que colaboran por concentración, direccionando las abigarradas composiciones. Conjuga, combina, construye y sostiene un andamiaje de estructuras densas, hábilmente elaboradas.
Los colores que usa se tornan en únicos por las mezclas y fusiones entre los mismos, hay un tratamiento cromático de intensidades poco común. Lleva a los tonos a una oscura dimensión, nublando las luces para sus conglomerados, o los traduce directos y saturados en una consistencia plena de colores, para sus ricos e impactantes cubículos.
Los objetos instalados en distintos lugares de las salas, incluso en la escalera, y en la columna, determinan una manera singular de la artista de ver el espacio, de abarcarlo y ponerlo a su disposición. Toques caprichosos y contundentes afloran sin pensarlo, como por casualidad, es solo la sensación que ofrecen ya que la artista no improvisa, se mete en el contexto, lo piensa, y concreta sus artefactos visuales en los reductos mas inesperados. Casi como en la búsqueda del tesoro, traza un itinerario ficticio y determinado así como arbitrario y contundente
Joven, creativa, le explotan las ideas y las obras entre las manos, con un apasionamiento que la lleva a una dedicación firme y contínua, Jesica Bertolino nos sorprende a cada paso con sus “jardines” devenidos en complejos dioramas resumidos dentro de cajas, nos muestra polisignos multiplicados que suman en audacia compositiva y en el uso de materiales tan disímiles como unificados. La artista realiza recorridos dentro de sus relatos visuales y da pautas puntuales para ir reconociendo en el trayecto, los códigos conceptuales que caracterizan su obra.
Son obras de una actualidad absoluta, con una visión inteligente para la selección de objetos y gran pericia para concretarlas, Jesica Bertolino se extiende y se expande con soltura propia, en un evidente nicho particular en las artes visuales de nuestro medio.
Julio 2011
Cajas contenedoras, receptáculos de ecosistemas, singulares objetos que anidan una cantidad de elementos, reunidos en pos de complejas composiciones de inusitadas formas, componen las obras de Jesica Bertolino que se presentan en el MAC.
Cada caja funciona como un recurso conceptual que se concreta, que se plantea visualmente y se sostiene en sus fundamentos.
La conformación del ecosistema, subsume a todos y a cada uno de los componentes determinando así una idea preconcebida, que se traduce en su complejidad visual y en su determinación como objeto en cuestión.
Ningún material le es adverso, utiliza tanto el plástico, el cartón o el metal con la misma consistencia de tratamiento, Jesica Bertolino dosifica claramente ideas, formas y materiales, los reúne en una arbitrariedad particular, parcializando cada aspecto sin olvidar la totalidad.
En ella se observa una construcción de sentido por simple yuxtaposición y acomodamiento de formas, que colaboran por concentración, direccionando las abigarradas composiciones. Conjuga, combina, construye y sostiene un andamiaje de estructuras densas, hábilmente elaboradas.
Los colores que usa se tornan en únicos por las mezclas y fusiones entre los mismos, hay un tratamiento cromático de intensidades poco común. Lleva a los tonos a una oscura dimensión, nublando las luces para sus conglomerados, o los traduce directos y saturados en una consistencia plena de colores, para sus ricos e impactantes cubículos.
Los objetos instalados en distintos lugares de las salas, incluso en la escalera, y en la columna, determinan una manera singular de la artista de ver el espacio, de abarcarlo y ponerlo a su disposición. Toques caprichosos y contundentes afloran sin pensarlo, como por casualidad, es solo la sensación que ofrecen ya que la artista no improvisa, se mete en el contexto, lo piensa, y concreta sus artefactos visuales en los reductos mas inesperados. Casi como en la búsqueda del tesoro, traza un itinerario ficticio y determinado así como arbitrario y contundente
Joven, creativa, le explotan las ideas y las obras entre las manos, con un apasionamiento que la lleva a una dedicación firme y contínua, Jesica Bertolino nos sorprende a cada paso con sus “jardines” devenidos en complejos dioramas resumidos dentro de cajas, nos muestra polisignos multiplicados que suman en audacia compositiva y en el uso de materiales tan disímiles como unificados. La artista realiza recorridos dentro de sus relatos visuales y da pautas puntuales para ir reconociendo en el trayecto, los códigos conceptuales que caracterizan su obra.
Son obras de una actualidad absoluta, con una visión inteligente para la selección de objetos y gran pericia para concretarlas, Jesica Bertolino se extiende y se expande con soltura propia, en un evidente nicho particular en las artes visuales de nuestro medio.
Curación
Montaje
Salas
Inauguración
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