NILDA MARSILI
junio de 2014
Rompiendo el silencio
Instrumentos
sonoros de una variedad de formas y colores pueblan las salas del MAC, todos
ellos de cuerdas con los que se puede lograr cascadas de notas y crear acordes
con sólo pulsar los dedos sobre ellas.
No
podría decir si son laúdes, cítaras, rabeles, arpas, clavicordios, violoncelos,
contrabajos o sarangis. Sólo puedo decir que son instrumentos únicos, creados
por la artista Nilda Marsili, quien ha tallado, moldeado y construido como un
luthier, una insólita serie de objetos sonoros. Con ellos produce un lenguaje
musical propio, pulsa, frota, araña o golpea sus piezas y saca de ellas notas
sencillas y armónicas sólo variando la
intensidad de sus gestos sobre los instrumentos. De este modo las cuerdas
vibran lanzando así sus ondas sonoras y dando cuenta de los cuerpos huecos, que
potencian el sonido cuando vibra el aire que contienen esas cajas de
resonancia.
Los
materiales usados son madera, metales y agregados de elementos raros que hacen
a la composición, tanto es así que algunos de los instrumentos son figurativos
conteniendo el cuerpo y el rostro de una mujer, “El arpa es Emilia” es un
ejemplo de ello.
Romper
el silencio es todo un acontecimiento para Marsili, que probó en diferentes
etapas de su vida ingresar al mundo de la música. Fascinada desde siempre con
ella y fuera de su alcance por años, decidió que debía comprometerse desde otro
lugar y lo que se mostraba como inaccesible e imposible de alcanzar por los
medios tradicionales, lo haría una realidad de otra manera.
Fueron
los materiales, las formas y los colores los que le permitieron un acercamiento
directo al sonido a través de estos elaborados instrumentos propios.
El
abordaje de lo musical en Marsili pertenece a lo intuitivo, ella percibe desde
una instancia primaria los sonidos y así los ejecuta. Marsili afina sus
instrumentos, ajusta los tonos, define la frecuencia de la percepción del
sonido, es sensible a la deformación del tono de referencia. Ella hace coincidir
frecuencia con vibración y detecta las timbres de la afinación. Por lo menos
eso es lo que nos hace creer y nos envuelve en una ensoñación con sus
composiciones sonoras, obras utilizadas como objetos autónomos con novedosos
significados musicales. Se relaciona tanto con sus piezas como con lo que se
puede producir con ellas.
También
crea letras que canta casi guturalmente y genera momentos performáticos de
acercamiento primitivo, tanto desde los objetos sonoros como de la vocalización
con la que acompaña.
La increíble
profusión cromática, genera en los que observan una cantidad de reacciones, el
público está invitado a tocar un gong, en un gesto de unión de la artista con
quienes visiten su muestra, Marsili libera toda su creatividad, produce un
microclima visual-sonoro y es capaz de hacernos ingresar en su experiencia en
TOKIO que fue generada como un absurdo de su imaginación.
La
artista concreta así una madura construcción visual, instalando las acciones
sonoras como resultado de sus resonantes voces internas.
Lic.
Stella Arber
Directora
MAC-UNL
CURACIÓN
MONTAJE
SALAS
PERFORMANCE
INAUGURACIÓN
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