ERIZO. PUESTA EN ARTE DE LA EXPERIENCIA DE UN PSICOANÁLISIS|
VERÓNICA STREIGER
Junio de 2015
La muestra Erizo que se
presenta en el MAC de la artista Verónica Streiger, está planteada desde
distintos soportes: fotografía, collage, video, música, sonidos, instalación,
máquinas kinésicas y máquinas
psicoanalíticas de escucha que conviven en un sólo espacio de acción. Se
transita por momentos en la ausencia de luz, una oscuridad producida a fin de
crear una atmósfera de naturaleza física, que predispone a una expresividad
visual sin valores descriptivos, sin conexión con el contexto permanente al que
están sujetas las personas, sino que se insertan en un “nimbo” sin vínculo con
objetos visiblemente sostenidos.
Inmediatamente aparece lo
simbólico, hay rodeos para entrar a la realidad, hay un clima que predispone
sin aludir directamente con la variable de instrumentos elegidos. De este modo Streiger
trasciende lo representable, para dejar previsto un sistema de signos de
naturaleza diversa: física, cultural o psicológica. No hay orden de
prioridades, aparece lo más simple de percibir como lo complejo de discernir,
en una misma línea conducente.
Hay que mencionar entonces que
en esta puesta hay objetos y conceptos a los que se quiere atender que no son directamente
exhibidos. ¿Cómo hemos de decir o intensionar lo uno si queremos presentar lo
otro?
Así es como se produce lo
simbólico, con referencias, alusiones, merodeos, indefiniciones, con las que
enfrentamos la realidad para no verla cara a cara y tan directamente.
Por eso aparece el erizo
iluminado, con su agudeza, su naturaleza espinosa y punzante. Sin delicadeza se
presenta desde su ríspida estructura y por más que esquivemos sus estocadas,
allí está. Se hace presente, elimina las anunciaciones anticipadas para presentar
su propio rigor, sus propias reglas y tener presencia fundamental, aguda y un
espacio cómodo, abriéndose lugar, connotando con su mensaje contundente,
oscuro, brutal y a la vez genuino y atendible.
No en vano la artista pivotea
en el borde difuso que va de la sombra a la luz y trae a escena instantes
expulsados de los propios tránsitos, de las propias experiencias.
Casi como una exposición de
contenidos de su conciencia y de su sensibilidad, domina el todo con sus contrastes,
claroscuros brutales con los que va enfrentando a través de soportes estéticos,
innumerables giros reflexivos que, por
momentos se estabilizan y por otros se sustituyen y representan con objetos que
se le hacen indispensables para la comunicación, para la llegada a ese receptor
que recorrerá tratando de ver, percibir y dejarse atrapar por las zonas de
dominación de este erizo, tan atroz y significativo al mismo tiempo.
El arte en este caso marcha en
la misma dirección que las demás actividades de reconstrucción del medio
humano, aunque en una necesaria y saludable tensión con ella, recreando y
transformando en artístico los objetos de su medio físico y psicológico.
De este modo la artista plantea
varias áreas de acción para sus espectadores,
dejando que cada uno asuma su rol
y pueda inmiscuirse aunque sea un poco en su críptico mundo visual.
Stella Arber
Directora MAC UNL
CURACIÓN
MONTAJE
SALAS
INAUGURACIÓN
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